domingo, 8 de abril de 2018

Capituló Tescientos Cuarenta y uno

 12:18
       

Consideró que los seres vivos en general somos energía y debido a ello estamos en constantes cambios, mutaciones, transformaciones.

Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y los meses en años, es así que sin más ha transcurrido tanto desde la ultima vez... He pensado mucho acerca de lo que debería escribir para retornar al mundo de letras e incluso he escrito varios párrafos solitarios, no obstante dudo que alguno de ellos exprese lo que realmente siento frente al mundo en este momento. Escribir más allá de cualquier cosa siempre representó para mí un desahogo del mundo, de mi mundo pues gran parte del tiempo soy mala hablando, de aquí que escribir fue la única salida para el mundo que no habla o entiende mi lenguaje.

La vida se ha ido tornando de matices que hace algunos años a penas los hubiera  imaginado, han sido caminos sinuosos, no sé si pueda caracterizarlos como brillantes o lúgubres, lo único que puedo decir es que cada paraje me han enseñado a mantener la calma y a ordenar de ha poco mi desordenada vida. Es así que todo este tiempo, la necesidad de escribir lo contenido dentro del ser fue desapareciendo de a poco.

Empero, hoy el cuerpo escupía palabras que se transforman en sentimientos y temores que solo salían a flote a media que escribía, me resulta curioso cómo el cuerpo puede contener tantas cosas que el ser quiere o busca ignorar.

Las  sociedades se reestructuran y recomponen continuamente sus creencias y esperanzas, los individuos consciente o inconscientemente nos vemos sumergidas en ellas de modo que nos anclamos a un determinado sistema, dentro del cual muchas veces resulta necesario reconfigurar el ser. Es así que todo este tiempo, había desarrollado cierta aberración a la palabra transformación pues implicaba que el mundo que yo conocía al cual estaba acostumbrada ya no sea más, y a su vez cada ser que alguna vez conocí y fue querido para mí ya no lo sea. De aquí el miedo a que los lugares que siempre me han estado esperando con los brazos abiertos y que alguna vez fueron agradables y atesorados para mí ya no lo sean más pues aún no aprendo a lidiar con la unilateralidad.

...

Fluir, fluir como el agua del río con calma y acorde a los sonidos del entorno pues si el agua fluye desmesuradamente solo se estanca. He decidido empezar un nuevo viaje que más que ir por diferentes caminos de diferentes matices implica un empezar desde lo que ahora soy, es así que he empezado a cerrar los caminos que ya no me llevan a ningún lado, lo había evitado por mucho tiempo pero ahora que miro en mi exterior cuan repentina es la vida me resulta necesario pues el futuro que hace años parecía lejano he imposible cada día esta más cerca. 

De modo que, ahora busco construir verdades que me permitan aproximarme al mundo, busco establecer certezas sobre lo que me rodea, busco conocer el mundo por mi propia cuenta, busco ser dueña de la libertad que siempre ha estado ahí pero que a los otros les cuesta reconocer. 

-Einor.