lunes, 18 de noviembre de 2019

Capítulo Trescientos Cincuenta

Pronóstico del clima: la lluvia y el sol se combinan en el cielo y sincronizan en distintos lugares...

Aunque el miedo y la razón están siempre latentes en mi vida, controlando los espacios y mis movimientos. Él es el único que hace que desaparezcan y solo quiera vivir, sin pensar si podré equivocarme o si será lo más prudente, creo que lo ha hecho desde la primera vez que nuestros labios se juntaron hace 9 años.

Por alguna extraña razón, la vida nos ha dado momentos de encuentros y desencuentros, me pregunto si deberíamos ir juntos donde el mañana no pueda alcanzarnos.

El tiempo es confuso, y siento que aún tengo tanto que aprender. ¿Cuándo se intercambiaron los papeles?, aunque no tengo respuestas y sabiendo que el futuro es incierto. Me atrevo a decir que él es la persona que agita mi corazón de muchas maneras, me encanta cuando habla de lo que le apasiona y cómo brillan sus ojos al hacerlo, su paciencia, sus chistes agrios, sus abrazos, su silencio, su sinceridad con sus defectos y sobre todo que solo es sin más.

Él es el único que me ha hecho pensar en el futuro y en querer verlo ahí, talvez suena precipitado o a cliché, pero es con la única persona que he podido imaginarlo. ¿Esta bien si digo esto? Creo que lo hago porque esta vez no quiero pensar en el que pasaría si estuviésemos juntos, ¿debería solo arriesgarme? ¿Existe el destino? ¿Vas a esperar hasta que nos encontremos? ¿Todo estará bien? -son interrogantes que de vez en cuando deambulan en mi  cabeza- sin embargo de lo único que estoy segura es que lo amo como los girasoles al sol y viceversa...

-Einor