lunes, 11 de mayo de 2020

Capítulo Cuatrocientos tres

NECESIDAD MUTUA

Durante el largo día y la corta noche realmente te quise, sé que no es una escusa, pero en realidad no podría haber hecho nada para evitarlo. 

Extrañaba tu extraña manera de ver a tu mundo, tus bromas y esas bromas que solo tu y yo conocemos.  Por fuera te ves duro y poco amigable, quien te llega a conocer mejor descubre tu lado quisquilloso, poco amable pero muy amigable y hay que de verdad querer conocerte para llegar a tu verdadera personalidad dulce y amorosa que aún no logro asimilar del todo. 

Todos dicen que eres complicado y eso me consta, pero eres tan leal y adoro esa parte de ti. Mi relación contigo ha ido por varias etapas, y en todas me he lastimado yo misma sin darme cuenta. No puedo alejarme de ti y tampoco quiero hacerlo, será el tiempo quien marque la decisión, pero si sigues siendo como eres ahora, cuando me llegues a faltar incluso por poco tiempo causará dolor.

Me gusta el giro que ha tomado esto, eres amigable, comprensible y gracioso; de hecho creo que siempre has sido así, pero ahora puedo conocerte mejor. Sí, debe ser porque me quieres como una hermana y por la situación que estamos pasando; ambos sabemos que solo nosotros  podemos comprender nuestras necesidades y problemas, es ahí en donde nos llegamos a necesitar mutuamente. 

Espero sigas ahí para sanar mis miedos y temores, que estés ahí cuando tenga dudas y que puedas darme un poco de tus experiencias y consejos. Creía que no quería nada contigo, pero me doy cuenta  de que siempre quise tenerte como lo que eres ahora, y ese será nuestro límite, el máximo al que llegaremos, definitivamente es suficiente para mi.

- Amaranth

Recordatorio...

CASI DÍA 1

Tenía miedo, muchísimo miedo, sentía que lo que había estudiado por 5 años se había perdido de mi memoria, y aún me sigo sintiendo así.

Conocí a mi primer paciente, amé su manera de ser y su lucha en la vida, me dijo que me iría bien y que el me daría suerte, pues su energía fue tan buena que así fue. Todos a mi alrededor eran extraños unos amigables y otros no tanto. No sabía como explicarles que me había preparado toda mi vida para ese momento pero que en realidad no era buena en nada aún.

Mi tranquilidad duró poco porque lo que parecía no tener movimiento empezó a sentirse como un gran sismo, no entendía nada, y me empezaba a lamentar de mis decisiones pasadas (como porque no puse atención a esa parte en específico). Todo era distinto, nuevo y pedir ayuda era la única opción que tenía.

Me agradaron tanto todos y les deje en claro que de hecho era mi primer día y que tendría muchísimos errores, a momentos se enojaron por mis decisiones pero siempre hay que saber corregirlos. Todo habría sido perfecto de esa manera, de no ser por el miedo contante que tenía de contagiarme o hacer las cosas mal y llevarme una infección a mi sistema.

Sin dudas ha sido uno de los días más buenos de mi vida, lleno de altibajos pero de eso se trata la vida, aún me duele el cuerpo de cabeza a pies pero me gustó, ahora sé que eso es lo mío y estoy segura de que quizá en unos días cambie de opinión pero no sería nada nuevo, pues desde que empecé este viaje mis días han sido así.

Querida yo del mañana, te dejo esto para que no pierdas la emoción del primer día, del primer paciente y todo el miedo que sentiste al iniciar este viaje. De seguro te servirá para quitarte penas de encima y para no rendirte en el camino.

- Amaranth