jueves, 26 de marzo de 2020

Capítulo Cuatrocientos



Perder

Él dice que la tormenta no va a durar por siempre, pero tampoco puede predecir cuanto lo hará...

Romper y quebrantar paradigmas, darse cuenta de la propia humanidad, saberse débil, triste, vulnerable. Saberse humana y enfrentar al mundo con esa humanidad.

Pienso en cual habrá sido el deseo que pedí en mi último cumpleaños, llamo a las señales que siempre me han funcionado, sin embargo, todo parece producto de algún espejismo. Pienso en silencio e intento descifrar los porqués y como siempre no tengo respuesta alguna.

Han sido meses de espejismos de encontrarme con murmullos externos; que opinan, aconsejan y juzgan. En este tiempo mi temor de perder  se ha hecho realidad. No sé si he perdido más de lo que he ganado pero de alguna forma, he perdido. Y frente a la perdida, no he podido -ni si quiera- llorar a viva voz o a la luz del día. Lo poco que he logrado son sollozos en las madrugadas, cuando soy presa de la obscuridad, de mis pensamientos, de la ansiedad, cuando soy la única que puede escuchar.

Estos días me debato entre seguir o frenar, he descubierto verdades que  percibía pero que mi corazón se empeñaba en ocultar. Y frente a lo descubierto, solo he guardado silencio pues creo que ya hay demasiado ruido. No obstante, internamente me pregunto si podré continuar resistiendo, ¿podré vivir esperando el futuro?, ¿ese futuro llegará algún día?. Espero en silencio, con respuestas producto del miedo, del enojo, de la decepción, del falso optimismo, en fin, de la tristeza.

En este tiempo, perder me ha regalado ausencias que me han lastimado de muchas formas, algunas perceptibles y otras que he guardado en silencio, intentando mantener la calma ya que es lo único que mi razón me permite.Sin embargo, en estos días mi encaprichado corazón lucha por hacerlo evidente por mostrar que día a día se cansa y cada vez parece más difícil controlarlo...


-Einor




Capítulo Trescientos Cincuenta y Nueve


Cuando era invierno y yo pensaba en el verano


Pronóstico del clima: Es la primera vez que el invierno se siente devastador...

Los días fueron variados en su compañía, hubieron días tan soleados que los girasoles bailaban, otros nublados y a veces días de lluvia.

Empezare por los días brillantes,  si bien no puedo rememorar secuencialmente puedo describir con certeza el primer momento en que nuestros labios se rozaron -lo recuerdas- fue en aquel parque. Y aunque después todo se desconfiguró, me gustaría recordar ese momento como la primera conexión.

Tras el encuentro que a la final desembocó en desencuentro, los demás días no son claros, quizá se nublaron tanto que nos hicieron perdernos en nuestros mundos. Transcurrió cierto tiempo para que después de esos días podamos reencontranos, hablando de mil cosas, entre ellas recuerdo molestarte y las conversaciones del empirismo, realismo, filosofía, el sarcasmo y cosas sin sentido.

Luego vinieron días de lluvia con disentires. En ese momento nos desconectamos, tus sentimientos venían en dirección a mi pero de alguna forma siempre pude esquivarlos, -quizá y esto lo he pensado últimamente- es que no era el momento de encontrarnos, -sin embargo me cuestiono si existe un momento adecuado-  al final pienso que si en ese momento hubiera tenido menos miedo del mundo, quizás habría sido diferente -prefiero pensar eso aunque nunca lo sabre con exactitud-.

Y así como el clima, variante y sorpresivo, un día sin previo aviso, el sol salía y nos hacía más cálidos, logrando que pueda ir hacia ti -recuerdas como fue nuestro reencuentro- los caminos desconocidos, nuestro beso, el helado, el te amo, las conversaciones nocturnas y los momentos de confesiones -aún lo siento tan inesperado-.

Esta vez todo fue impredecible, incluso la conexión. Y así como todo, sin previo aviso una tormenta atacó, fueron días y siguen siendo días que me hacen cuestionar el mundo y la existencia propia. Luego de esos días solo pude sentirme mal por no poder protegerte del frío, además de que han traído a mi la duda de si deberíamos parar y seguir por nuestros caminos -como lo hemos venido haciendo desde la primera vez que nos encontramos-.

-Einor

Capítulo Trescientos Cincuenta y Ocho


Cuando Llovía

Pronostico del clima: Todo parece indicar que el invierno se extenderá esta temporada...

Hace más frío que de costumbre, la lluvia parece más sutil y la niebla parece querer apoderarse de la ciudad para que todo sea menos visible. Claro que nada de esto puede ser cierto y puede, simplemente ser un error de percepción, que gustosa me lo atribuiré si ese fuese el caso. Estos últimos meses mis predicciones parecen haber fallado más que nunca y siento que ya no soy.

¿No te duele? Y he pensado delicadamente en esta pregunta y pese a ello aún no puedo responder concretamente. La escala de dolor de las personas es diferente, pero esta vez es la primera vez que me ha dolido tanto que no puedo emitir palabra alguna, siempre he sido así con el verdadero dolor.


-Einor

Capítulo Trescientos Cincuenta y Siete



Girasoles


Pronóstico del clima: la lluvia y el sol se combinan en el cielo y sincronizan en distintos lugares...

Aunque el miedo y la razón están siempre latentes en mi vida, controlando mis espacios y movimientos. Él es el único que hace que desaparezcan y solo quiera vivir, sin pensar si podré equivocarme o si será lo más prudente, creo que lo ha hecho desde la primera vez que nuestros labios se juntaron.

Por alguna extraña razón, la vida nos ha dado varios momentos de encuentros y desencuentros, por eso siempre me pregunto si solo deberíamos ir juntos donde el mañana no pueda alcanzarnos.

El tiempo es confuso, y siento que aún tengo tanto que aprender. ¿Cuándo se intercambiaron los papeles?, pese a que no tengo respuestas y sabiendo que el futuro es incierto. Me atrevo a decir que él es la persona que agita mi corazón de muchas maneras, me encanta cuando habla de lo que le apasiona y cómo brillan sus ojos al hacerlo, su paciencia, sus chistes agrios, sus abrazos, su silencio, su sinceridad, sus defectos y sobre todo que solo es, sin más ni menos.

Él es el único que me ha hecho pensar en el futuro y en querer verlo ahí, tal vez suena precipitado, pero es con la única persona con la que he podido imaginarlo. ¿Esta bien si digo esto? Creo que lo hago porque esta vez no quiero pensar en que pasaría si estuviésemos juntos, ¿debería solo arriesgarme? ¿Existe el destino? ¿Vas a esperar hasta que nos encontremos? ¿Todo estará bien? -son interrogantes que de vez en cuando deambulan en mi  cabeza- sin embargo de lo único que estoy segura es que lo amo como los girasoles al sol...

-Einor

domingo, 1 de marzo de 2020

Capítulo Trescientos Cincuenta y Seis

ALTER EGO


Durante el largo día y la corta noche realmente te quise, sé que no es escusa pero no podría hacer nada para evitarlo, estabas ahí parado frente a mi y yo tratando de controlar mis movimientos y evitando ser descarada.

Todo viene a mi mente como vagos recuerdos, decías que disfrute y que no podía ser porque mi corazón y el tuyo no son compatibles, que ya habías pasado por eso y que podría salir lastimada; una vez más lo volviste a hacer, siendo amable lo llamaría "caballerosidad" esa que en realidad enfada, me enfadó, pero tan grande era la atracción que mis reclamos resultaron en pequeños reproches llenos de cobardía. 

En realidad logre entenderte (después de un par de días y luego de varias discusiones con mis alter egos), quería alejarme pero te quiero mucho para hacerlo, te aprecio demasiado y vamos que hemos formado un bonito laso de amistad. Entiendo tus razones, entiendo tus motivos y entiendo el porque de tus palabras, de hecho me sirvieron para darme cuenta que estaba equivocada contigo y que haces falta en mi vida como lo que siempre has sido, mi amigo, el extraño al quien adoro molestar. 

Sé que no lo leerás porque pues eres tú, pero al menos así puedo fijar lo que siento ahora. Te quiero persona desconsiderada. 

-Amaranth