Capitulo Quinientos Veintiuno

Espejo

Solo no sabe lo que pasa, cuando la veo siempre parece concentrada en algo, hundida en sus pensamientos o tan solo es una expresión para evitar el contacto. 

Parecía feliz, realmente siempre que la veía casi nunca podía detectar tristeza en ella, quizá algo de mal humor pero si alguien no era el objeto de su enojo lograba sonreír rápidamente y hacia que su compañía realmente se sienta. 

No sabía que era infeliz, no sabía que en las noches lloraba, no sabía lo mucho que le costaba abrir su boca para hacer sentir bien a los otros, para estar pendiente para ayudar. Siempre parecía tener las respuestas a mis dudas, siempre parecía tener algo que decir pero no sabia lo abrumada que podía estar. 

Realmente ella es buena ocultando cosas, la había visto llorar algunas veces y cuando lo hace no puede parar, la he visto siendo tan sincera que desborda lágrimas aunque esa imagen es poco común, supongo que podía hacerlo frente a mi porque de alguna forma nos habíamos conectado pero también sabía que lo único que podía hacer en ese momento es acompañarla con mi silencio. 

Es tan fácil y difícil de descifrar, se divide entre hacerlo correcto y lo esperado, entre hacer feliz a la gente que es su opción primaria y hacerte feliz a ella, que es poco común. La verdad sabe mucho de la vida, pero poco de ella al igual que mucha gente que la conoce, casi nadie sabe de su llanto, de la sinceridad de sus palabras que todo lo que dice aunque lo haga con un todo indiferente realmente lo siente en el alma. Ella se merece el mundo entero, se merece el amor se merece que la amen tanto para darse el tiempo de recorrer su mente y su corazón. No necesita alguien que sea duro con ella porque ella lo es suficientemente dura consigo misma, necesita alguien que la abrace y la acompañe en silencio, necesita sentirse segura de lo que merece. 

Ha sido interesante descubrir a su lado enamorado, no la había visto así antes, no la había visto llorar porque todo fue imperfecto y lo que se espera de ella es perfección, no la había visto insegura con miedo, triste por no saber que hacer, guardando silencio porque sentía tanto pero no sabia como expresarlo. Me sentí alegre debo admitirlo de verla así cuestionándose que no sabe todo, no porque disfrutaba de su sufrimiento sino porque solo así ella aprendería a utilizar su corazón, sin embargo me desesperaba no poder aliviarla no poder hacer nada con su dolor, que no cesa, hasta que ella decida que ha sido el tiempo suficiente hasta que ella sienta que ha abstraído todas las lecciones de esa experiencia. 

Te amo, se fuerte, sonríe nuevamente, alivia tu mente, te extraño, extraño esa parte que no está triste que sonreía siempre, la parte que se esfuerza por hacer las cosas con pasión, estar presente a la que le gusta comunicarse a la que siente empatía a la que es resiliente...

-Einor