lunes, 21 de abril de 2014

Capitulo Trescientos

AQUÍ ESTOY DESESPERADA POR EL OLEAJE DE SENTIMIENTOS SIN SABER COMO ACTUAR.


Es el momento que todo escritor espera, el momento preciso donde las emociones fluyen y el viento sopla, no hay lluvia pero existe ese diluvio de ideas dentro de la razón de su corazón.

Precisamente las emociones convergen entre si para poder crear un millar de emociones que no poseen explicación, esta artista esta despertando de uno de los mas dulces sueños que ha tenido desde la última vez que supo de el. 

Hoy no sabe que hacer, si seguir la razón o a su corazón o quien sabe a la razón de su corazón. No encuentro escapatoria, no encuentro el lugar preciso para guardar mis sentimientos ni tampoco sé como expresarlos de la manera correcta. Mi mayor temor es arrebatar amores, mi mayor temor es sufrir por el sufrimiento de los demás, mi mayor temor es que tus sentimientos hacia a mi no sean expresados como yo los quiero, mi mayor temor es que mis sentimientos hablen sin mi permiso.

Y ahí estuvimos diciéndonos lo mucho que nos queríamos, pero tengo miedo porque sé que nada más ocurrirá aparte de eso, sé quizá solo quedara en palabras, y sí soy cobarde y no sé que rumbo seguir no sé que hacer, es mas quiero dejar mis obligaciones y dejar este día, saltar en el tiempo y olvidar el futuro, no quiero el futuro, quiero el ayer y aunque suene lamentable deseo olvidar lo que dije para así no tener que estar pensando en que haré en el futuro inmediato. 

La verdad, es que hoy, el día de hoy espero el mañana, el día de mañana extrañaré el día de ayer, y el día de ayer esperaba el futuro que posiblemente será devastador, y esque cuando existen sentimientos encontrados el único resultado es la devastación.

Y es cuando esta escritora no puede definir su sentimiento de culpa, ese sentimiento de querer, ese sentimiento de desolación, ese sentimiento de indignación. Para esta escritora las palabras se acortan, no existen palabras para describir su desesperación, ni su aguda desolación así que se pregunta a su yo verdadero ¿Qué es lo que te propones hacer? 

¡Maldición! este oleaje de sentimientos no me deja pensar en lo que verdaderamente quiero, a quien quiero, que deseo ni como lo deseo...

-Amaranth


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