CAPITULO QUINIENTOS SEIS

Excusas

Mientras el camino parecía despejado, me quede atrapada en lo inconcluso. Ignoraba mis deseos por la perfección y el control, no sabia que no quería saber que vivo esforzándome, que cada paso que he dado ha sido en un escenario fabricado, en donde nada podía salir mal. Ahora que lo pienso, mis momentos tristes exceptuando unos dos han sido vanos.

Y no, no estoy en contra de los errores, ni del fracaso de los demás, de hecho creo que logro mantenerme al margen de juzgar, si algo aprendí en la vida es que cada quien sabe que cosas hace o deja de hacer y sobre todo cada quien tiene sus razones. En realidad sólo estoy en contra de mi fracaso y mis errores, quizá la Pachamama me puso otras situaciones diferentes a los demás que conozco y que me hacen evitar equivocarme a toda costa, yo que sé. Sin embargo, de algo que estoy segura es que la vida nunca me malcrió tanto como para ir por ahí con mi tristeza y debilidades como argumento, jamás senti que podia esconderme en ello, creo que para mi siempre fue un estar bien parada porque la vida siempre ha sido impredecible.

-Einor