jueves, 10 de octubre de 2013

Capitulo Noventa y Ocho


Esas ganas...


Esas ganas de correr, saltar, reír, llorar de no saber que sentir que tal vez solo son la escusa para querer irse lejos, de huir, no para siempre sino irse tan solo unos minutos para meditar para borrar todo lo que se dijo y lo que no, ordenar un poco mi  mente de lo sacudida que esta y regresar, esas ganas de ir a un lugar en donde nadie me conozca en donde nadie crea conocerme y en donde tenga que pretender ser alguien que no quiero ser.

Esas ganas de que alguien me abrase y de derramar unas lágrimas para que alivien mi corazón, muchas veces las personas quieren aparentar que te entienden pero en realidad nadie nunca podrá entender y mucho menos sentir lo que sientes, nadie sabrá cuanto dolió, o cuanto no dolió, cuanto te decepciono o cuanto no lo hizo, las personas creen saberlo todo pero ignoran el hecho de que no todos sentimos igual y que no todos demostramos igual lo que sentimos.

Esas ganas de que alguien quiera escucharte y que no diga nada tan solo te escuche, esas ganas de gritar y gritar hasta quedarte sin voz, esas ganas de borrar todo y solo continuar como si todo paso, pero como si nada de eso importa ya.


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