viernes, 2 de octubre de 2020

Capitulo Quinientos

Delirio Onírico 

Recuerdo la escenas de drama, la lluvia, el frio, el café, el intercambio de números, las historias de vida disfrazadas de consejos y su escondido interés; supongo que el hecho de que le hubiese resultado atractiva, era algo que debía pasar porque mi modo de vivir le recordaba a alguien. Aún me resulta increíble saberlo, por eso la realidad no existe completamente por ello solo es real lo que uno vive desde la individualidad.

Si lo pienso detenidamente, la situación era inevitable. Sigo vacilando sobre cómo se termino enredando todo, cómo alguien puede confesar sus sentimientos de la nada y sin un momento previo. Quizá porque ya sabíamos lo que pasaría después, los dos sabíamos que no pasaría, ni existiría un nosotros. Que mi yo y su yo parecen estar en otros planetas, quizá era una motivación para salir del ensimismamiento, quizá era porque compartíamos el dolor de perder, porque en toda la incomprensión del mundo y en medio del silencio podíamos hablar de cómo realmente nos sentíamos, y eso aunque no servía mucho, nos hacia sentir mejor. Por eso pienso que es una confusión de sentirse roto, cuando uno va así por la vida y encuentra algo que lo mantiene junto al menos por unos días o minutos, uno quiere preservarlo como un efecto placebo. 

Cómo el mundo es pequeño pude conocerla, la dueña de la herida, aunque la verdad no se si debería llamarla así, quizá debería llamarla por su nombre, aquel día cuando finalmente la conocí en carne y hueso. Me di cuenta que todo parecía encajar, quien se parece a quien? No creía posible que alguien pueda elegir los mismos colores, el mismo libro. Siempre quise conocerla quizá intuía que ella era mi alma gemela, sin embargo ahora que lo hice siento que si la conozco más desatare más misterios que ya no tengo la intención de resolver. Simplemente porque ahora todos parecemos seguir nuestro camino, todos queremos huir de algún modo.

Finalmente, es graciosa la situación quizá porque hace que la crisis se desvanezca un poco porque entre tantas cosas que no puedo resolver, saber que no tengo sentimiento hacia él es un buen inicio para retornar al mundo. Quizá en otra vida, cuando nos encontremos antes de las personas que ahora nos recuerdan a cada uno...cuando no solo admire tu inteligencia...cuando nos reconozcamos a tiempo... cuando sea bilateral...

-Einor


Capitulo Cuatrocientos Nueve

 

Trasnochar

Me estoy ahogando y estoy agotada de nadar para mantenerme a flote. No tengo excusas, ni razones claras pero siento que estos días todo me duele ligeramente más de lo normal. Y todas mis preguntas parecen no tener respuesta parece que esta vez debo conformarme con el silencio. 

El mundo que me rodea se precipita mientras que el mundo interno sufre de letargo. Reminiscencias de la infancia y juventud me envuelven, trato de recorrerlas e intento averiguar a través de ellas; aún no sé si estos días son resultado de alguna mala maniobra, de un análisis no calculado, de alguna distracción. De todas las crisis existenciales, en mi vida, la de los 24 ha sido la más insulsa. 

Estos días me pesa la existencia, ignoraba que ella todavía recordaba su nombre y los datos que le había contado sobre él, ignoraba que de alguna forma lo tenia presente y que se carcomía por dentro con ganas de indagar el cambio de mirada y de voz al recordarlo. Debía confesarle que me había lastimado a mi misma, que había ignorado las advertencias de mi padre, que había intentado evadir sus pasos sin obtener ningún resultado favorable, que como siempre seguí mis propios consejos pero que esta vez, al igual que un año atrás aunque de forma diferente, tengo una gran cicatriz, que aunque esta no es perceptible a los ojos de vez en cuando me provoca algunos llantos. Debía contarle que por primera vez en mi vida me quede sin respuestas. 

Estoy en un laberinto qué se siente sin fin, lo único que quiero es salir, no se cómo pero quiero salir, todos los días me ahogo un poco, ¿es normal sentir que no respiro lo suficiente?. Creo que es por eso que me cuesta entender el mundo, aún no entiendo porqué a la gente le gusta parecer mala, porque no puedo guardar silencio? porque me preocupo? ¿ Es porque he vivido todo este tiempo sin poner limites?, ¿es acaso que finalmente siento que la gente se aprovecha? No lo sé nada esta claro estos días, todo parece tener varias salidas, y es la primera vez que no se cual de los caminos seguir.

-Einor


Capitulo Cuatrocientos Ocho

Pretérito


Creo que en esos días sabia que estaba sola pero nunca me sentí de tal manera...

Desconozco las razones que me llevaron al precipicio supongo que ha sido un recolectar de los últimos años, días y eventos. No te atribuyas toda la responsabilidad, porque ante todo el caos de la vida, me gusta aceptar mi responsabilidad de mis acciones correctas e incorrectas, así como de mis sentimientos. Ahora que lo pienso con más calma, quizá todo este camino era una forma de encontrarme y salir de la perplejidad. 

No sé cuando me volví tan codiciosa, no sabia que cuando se trataba de amor, me ponía a la defensiva, extraña, aturdida por cada cambio de estación. Es la primera vez en mi vida que siento tantas emociones juntas, emociones que me costaron procesar. Recuerdo haber leído un sin fin de libros, novelas, artículos e incluso hice encuestas sobre todo lo que implicaba el amor, estar enamorado, las rupturas, las relaciones. Intentaba razonarlo todo, intentaba dar todo, intentaba controlarlo todo sin darme cuenta que todo se me salía de las manos. 

Creo que la incertidumbre de amar a alguien, me hizo perder la sensatez y el calculo de mis movimientos, incluso de mi futuro. Supongo que es parte del miedo a lo desconocido, es usual que investigue sobre algo y lo domine, pero no pasaba lo mismo cuando hablaba de amor, cuando hablaba de ti, supongo que es por la complejidad del ser humano y todos los arquetipos que lo envuelven.

Recuerdo que hubieron días en los que no podía respirar, que solo podía pensar en una cosa, que lo veía en todos lados, que todo parecía tratarse de él, que quería que el mundo se detuviera.

Creo que empiezo a aceptar que los días de hoy son diferentes, que la ausencia es parte de la vida, que los recuerdos son solo eso, que si quieres explorar el mundo tu solo esta bien. Quise estar para acompañarte aún en la distancia pero era difícil para mi, estar a tu lado sin desear que todo regrese a su lugar; aunque internamente sabia que no pasaría, quería intentarlo una y otra vez, quería estar a tu lado para ayudarte para protegerte del mundo porque aunque tu siempre intentaste demostrar que podías hacerlo por ti solo, sentía y debo confesar que aún lo siento como una mentira, tu miedo del mundo, de la soledad, de la gente murmurando, tu miedo a perder el amor de la gente más cercana a ti, de las barreras y de los muros que construyes cuando quieres alejar alguien, de las mentiras que te dices a ti mismo, de tu necedad y tenacidad para creer que todo lo que dices es cierto. Aunque quizá no sea así, quizá sea la fantasía que yo cree para vivir y permanecer a tu lado.

Odio tanto preocuparme, si alguien me pregunta, odio ser considerada, odio tener conciencia, odio tener esperanza en el mundo y su gente, y sobre todo odio que la gente me diga lo que debo hacer y lo que es lo mejor para mi, aunque admito que agradezco el gesto siempre me da escalofríos cada vez que la gente proyecta en mi sus miedos y sugiere que vaya a la derecha porque ahí hay más luz, porque ahí no me lastimaran. Creo que odio el gesto porque he vivido tanto tiempo de esa forma y eso ha hecho que viva evitando el dolor, sin embargo este me ha buscado en las mínimas cosas, quizá si lo hubiese enfrentado antes, el dolor de la perdida dolería menos, quizá me hubiera acostumbrado a perder pero en mi mundo que jamás ha sido perfecto, perder nunca fue un escenario. 

Por eso perderlo, aunque  inicialmente haya sido mi idea, duele; y quizá sentir que al alejarme piensa en mi, me lastima más, quizá solo preferiría que me dijera que no me ama. Podría superarlo y entenderlo, pero al leer todo lo que dice, todo se siente como excusas y no como una razón real, creo que es difícil de explicar.

Siempre pensé que podía derrotar al mundo y tantas veces he pensado que el mundo esta mal, que las actitudes del mundo en las que se justifican por las cadenas causales, no deberían ser una excusa al momento de vivir.  No obstante, eso me lleva a preguntarme quien soy yo para decir eso, quien soy para decir que las contradicciones y la falta de consecuencia de los actos y pensamientos de las personas son importantes. Y vuelvo a caer en el precipicio, sin salida, de las preguntas, suposiciones y tergiversación de la realidad. Algo que he escuchado en las distintas fases de mi vida y por varios años es que el mundo es como es, que vivo de decepción en decepción porque las no son como yo, que mis expectativas del mundo están mal, que el mundo es malo, que la vida es un sálvese quien pueda, pero aún con lo vivido y con el dolor, no me resigno a que el mundo sea un lugar hostil, no creo que sea así por siempre. Me consuela, el las cosas cambiaran de mi padre, quiero quedarme con sus palabras para pensar que todo lo hecho en la vida vale la pena, incluso el tener fe en él. Me pregunto, por cuanto tiempo más se extenderá esta crisis, por cuantas lunas más voy a pensarlo, cuantos días más confundiré lo soñado con la realidad. 

Estaría bien que siga buscando repuestas? la verdad no quiero que respondas, quizá el objetivo es que sepas que aún pienso en ti, que aún espero que estés bien. No ofrecerte mi amistad porque ahora que puedo ser sincera, eso me llevará tiempo y distancia, curarme en general siempre ha sido complejo. Y esta vez no se como empezar...


-Einor



viernes, 28 de agosto de 2020

Capitulo Cuatrocientos Siete

 

Memorias

Ahora que ha pasado tiempo desde que se fue, realmente ha dejado de doler, lo que no implica que su recuerdo no este presente. 

Me pregunto si siempre es así con la muerte. 

Recuerdo el día en que se fue, lo hago a detalle, cada mínima cosa. 

-Einor

lunes, 27 de julio de 2020

Capitulo Cuatrocientos Seis


¿ Qué estas esperando?

Escribir cada día se vuelve más extraño. De cierta forma anhelo aquellos días en los que no pensaba en nada más que en mis sentimientos y los plasmaba sin temor a leerlos después y burlarme de mi misma.

De hecho al leer lo absurdo de mis escritos hace poco menos de un mes, me pregunto ¿por qué?. En poco tiempo muchas cosas han cambiado y me sorprende como la relación que actualmente llevo con la sociedad ha hecho que cambie de parecer de muchas maneras, ¿ el aferrarse a la vida es la única manera de seguir ahora?, ¿es así como debo llevar mi vida?

Aún tengo miedo, pero es distinto al vanal de antes, mi miedo no solo me involucra a mi si no que a quienes mas amo en el mundo, no tengo un plan de contingencia y se supone que a eso me dedico. Nunca tuve  afán de llegar a la adultez, pero ahora que la tengo, tengo mucho afán de volver a aquellos bellos días en los que nada me preocupaba más que mis sentimientos.

Extraño a aquellos que me hacen olvidar de las preocupaciones y me pregunto como están haciendo ahora para lidiar con las suyas, aprendí que debes disfrutar de cada escenario de tu vida y no ponerte límites absurdos porque al final terminaré arrepintiéndome de no haber hecho eso o aquello.

Vivir el día a día tampoco se siente tan mal, pero aun no tengo un plan para mañana y se suponía que siempre tenía planes. Ni siquiera sé que haré en unas horas, entonces ¿ me dejo llevar? o ¿debería pensarlo mejor?.

-Amaranth

sábado, 6 de junio de 2020

Capítulo Cuatrocientos Cinco


Bitácora del punto final y el no saber


Tal vez y ya habla el cansancio por mí, pero mientras reviso textos, pensaba en la dinámica de los últimos días, junto con los dos últimos años; reiteraba en la cadena de los sentires y disentires. Y me surgen dudas de porqué nos cuesta poner puntos finales, no solo a los textos, sino en general a las distintas situaciones de la vida.  Hoy descubrí o más bien redescubrí que en la escritura también se revela parte de lo que somos y queremos. ¿Qué serían de las relaciones sin los puntos finales? ¿Cómo darse cuenta de que necesitamos poner un punto final?

Él me amo de tantas maneras, me cuido, me abrigo en los días fríos, no lograba entenderme, pero me contemplaba y había días en que lo intentaba. Me esperaba cuando me perdía y cuando perdía el tiempo. Comíamos juntos, caminamos juntos, hacía largos viajes solo para dejarme en casa, también hizo largos viajes inesperados para verme. Fui feliz en ese entonces.

Hizo que mi mundo se cuestione, que cambiara algunas de mis reglas e incluso me hizo notar la visión individual y los miedos que han primado en mi vida. Cada vez que me abrazaba parecía que el mundo era seguro, parecía que era invencible aun cuando el sacaba la parte más ingenua y sensible de mí. Me hacía sentir que no importa verse vulnerable cuando se ama porque es parte de hacerlo.

Parece que compartimos años, pero el tiempo siempre es relativo. Le dije adiós muchas veces, pero algo en mí no me lo permitía incluso cuando descubría contradicciones en sus historias del pasado, que lo lastimaban y que lo seguirán lastimando hasta que él decida curar. Recuerdo también que cuando nos distanciamos quise pensar que solo era un sueño, que ya pasará, que mañana sería otro día. Y cuando el dolor llega solo quiero pensar que todo pasó solo en mi imaginación y que la vida como pensaba antes de su llegada continua, quiero olvidar todo quiero borrar todo cada palabra cada acción quiero que todo se lo lleve el viento, sin embargo, cuando recupero la calma siento que sin esa parte de la vida perdería el sentido.

Aunque la tormenta no se vio venir desde el primer día, creo que hemos hecho que las cosas que nos separan se fortalezca. Ahora forzar al destino me parece una pérdida de tiempo. Cada día pienso en qué es lo que nos unió. Me pregunto si algún día podrás cumplir tus promesas que no olvido y quizás no olvidare porque si hay algo para lo que funciona mi memoria es para recordar las cosas que se dijeron y se quedaron en el aire.

Aún no sé qué me hizo aferrarme, que me hace que aun escribiendo palabras de adiós sienta ganas de permanecer abrazada a ti, mientras una tormenta se desata en mis ojos. Es normal que duela el pecho y que broten gotas de agua de mis ojos. Como conozco mi caos, sé que tomará tiempo el retornar y el hacer que en ese proceso nazcan cosas nuevas por ahora me permitiré sentir, no recordaba el dolor que llevan consigo las despedidas.


-Einor

Capítulo Cuatrocientos Cuatro


Entre despedidas


Es extraño aún no puedo poner palabras a lo que siento, sigo en silencio, solo puedo observar, pero me he quedado en blanco. Siempre he sido mala con las despedidas, me pregunto porque esta vez insisto en hacerlo, te pediría que me prometas que regresaras cuando hayas arreglado tu mundo y que nos veremos otra vez, pero el universo parece que tiene cosas más importantes que realizar.

Alguien me dijo alguna vez que las cosas vienen cuando las necesitamos y no cuando las queremos. He estado pensando en ello, para hacer las paces con el destino. Pese a que sé que no moriré, que hay más vida, que el mundo seguirá girando y que todo estará bien no puedo hacer que el dolor desaparezca. Me pregunto cuanto tardara en regresar la felicidad esta vez. Evito llorar porque siento que si lo hago luego no podré contenerme.

Hace meses había experimentado el perder y todo lo que pensé que nunca me pasaría, le atribuyo a eso mi sentimiento actual de sentirme en el borde. Y a su vez sentimiento de amor-odio con la comprensión de la vida, que siempre es absurda y que en mi experiencia siempre hace que algo surja o desaparezca, incluso si una despedida.

Estos días experimento el regresar a los recuerdos, una y otra vez, cada vez que lo hago tengo una sensación y emoción diferente. Algo que me asusta de las despedidas es no saber si podre mantener todos los recuerdos que tengo de él. Aunque varias veces he querido borrarlos, creo que si llegara a olvidar uno de ellos me dolería más el corazón. 

Después de mucho tiempo, es la primera vez que solo me siento a observar y a observarme, siendo sincera he llorado varias veces porque el mundo parece no escucharme.  En este tiempo he rezado más de lo que toda mi vida y en cada oración estaban mis ganas de que su vida sea buena, es la primera vez que transformar el mundo me parece difícil. 

-Einor

lunes, 11 de mayo de 2020

Capítulo Cuatrocientos tres

NECESIDAD MUTUA

Durante el largo día y la corta noche realmente te quise, sé que no es una escusa, pero en realidad no podría haber hecho nada para evitarlo. 

Extrañaba tu extraña manera de ver a tu mundo, tus bromas y esas bromas que solo tu y yo conocemos.  Por fuera te ves duro y poco amigable, quien te llega a conocer mejor descubre tu lado quisquilloso, poco amable pero muy amigable y hay que de verdad querer conocerte para llegar a tu verdadera personalidad dulce y amorosa que aún no logro asimilar del todo. 

Todos dicen que eres complicado y eso me consta, pero eres tan leal y adoro esa parte de ti. Mi relación contigo ha ido por varias etapas, y en todas me he lastimado yo misma sin darme cuenta. No puedo alejarme de ti y tampoco quiero hacerlo, será el tiempo quien marque la decisión, pero si sigues siendo como eres ahora, cuando me llegues a faltar incluso por poco tiempo causará dolor.

Me gusta el giro que ha tomado esto, eres amigable, comprensible y gracioso; de hecho creo que siempre has sido así, pero ahora puedo conocerte mejor. Sí, debe ser porque me quieres como una hermana y por la situación que estamos pasando; ambos sabemos que solo nosotros  podemos comprender nuestras necesidades y problemas, es ahí en donde nos llegamos a necesitar mutuamente. 

Espero sigas ahí para sanar mis miedos y temores, que estés ahí cuando tenga dudas y que puedas darme un poco de tus experiencias y consejos. Creía que no quería nada contigo, pero me doy cuenta  de que siempre quise tenerte como lo que eres ahora, y ese será nuestro límite, el máximo al que llegaremos, definitivamente es suficiente para mi.

- Amaranth

Recordatorio...

CASI DÍA 1

Tenía miedo, muchísimo miedo, sentía que lo que había estudiado por 5 años se había perdido de mi memoria, y aún me sigo sintiendo así.

Conocí a mi primer paciente, amé su manera de ser y su lucha en la vida, me dijo que me iría bien y que el me daría suerte, pues su energía fue tan buena que así fue. Todos a mi alrededor eran extraños unos amigables y otros no tanto. No sabía como explicarles que me había preparado toda mi vida para ese momento pero que en realidad no era buena en nada aún.

Mi tranquilidad duró poco porque lo que parecía no tener movimiento empezó a sentirse como un gran sismo, no entendía nada, y me empezaba a lamentar de mis decisiones pasadas (como porque no puse atención a esa parte en específico). Todo era distinto, nuevo y pedir ayuda era la única opción que tenía.

Me agradaron tanto todos y les deje en claro que de hecho era mi primer día y que tendría muchísimos errores, a momentos se enojaron por mis decisiones pero siempre hay que saber corregirlos. Todo habría sido perfecto de esa manera, de no ser por el miedo contante que tenía de contagiarme o hacer las cosas mal y llevarme una infección a mi sistema.

Sin dudas ha sido uno de los días más buenos de mi vida, lleno de altibajos pero de eso se trata la vida, aún me duele el cuerpo de cabeza a pies pero me gustó, ahora sé que eso es lo mío y estoy segura de que quizá en unos días cambie de opinión pero no sería nada nuevo, pues desde que empecé este viaje mis días han sido así.

Querida yo del mañana, te dejo esto para que no pierdas la emoción del primer día, del primer paciente y todo el miedo que sentiste al iniciar este viaje. De seguro te servirá para quitarte penas de encima y para no rendirte en el camino.

- Amaranth

miércoles, 29 de abril de 2020

Capítulo Cuatrocientos dos

3 DESEOS

El primero es escuchar de nuevo sus palabras favoritas, sus ideas que nunca pude entender y la incomodidad que sentía al entablar una conversación con él, simplemente fuimos y somos muy distintos. Nunca comprendí tu mundo y pese al daño que recibimos mutuamente el cariño mutuo continuó hace poco menos de un año. Me alegra mucho la estabilidad que tienes hoy, y siempre serás el dueño del 80% de mis canciones, sería extraño escribirte ahora pese a que siempre lo hago en fechas especiales, esta vez lo hice pero me sorprendió saber que ya no tienes el mismo número, quizá fue una señal del destino para poner fin a mi deseo lejano contigo.

El segundo eres tú, el más noble y amable de mi vida. Te quiero tanto que ningún capítulo ni canción ha sido suficiente para destacar tu belleza. Amo tu forma de ser y serías perfecto si tan solo yo fuera perfectamente imperfecta para ti. Pero soy yo y conoces mis ideas, aceptas todo de mi y por eso me duele tenerte en esa posición, deseo fervientemente no hacernos daño y felicidad para ti en todo sentido y todo momento.

El tercero y el menos importante, es aquel que no merece nada aquí pero que nunca creí llegaría a marcar mis decisiones y mis errores de esta manera tan absurda. No me creía capaz de sentir tal atracción ante alguien y mucho menos que podía ser reforzada con su desdén. Deseo que encuentres lo que buscas y no caigas en el camino absurdo de tu pasado.

-Amaranth