Capitulo Ciento Cincuenta y Dos

Días

Todo se reduce a mis pensamientos y a una tertulia de las estrellas con la luna.

He olvidado como se escribe, me inundado en el silencio y en el ocaso de mis pensamientos, todo se reduce a un pasado y a un futuro de los cuales no puedo ver claramente, mis días se reducen a no saber de nada de él ni de lo que lo rodea y a una tristeza que me embarga de a poco.

Ahora el egoísmo es parte de mis días, mis palabras ya no fluyen y mis pensamientos se quedan en mi interior, voy perdiendo la noción del tiempo y mis pensamientos se mezclan y mientras  evito pensar, todo conspira y vienen los recuerdos a mi unos más claros que otro abrumándome.

El detestar las mentiras, me ha hecho mentirme a mi misma para salvar las falsas sonrisas que aun me quedan porque cuando intento hacerme creer que no lo extraño, mi corazón late rápido demostrándome que es falso, porque cuando digo que no lo quiero mi corazón y mi mente se enojan conmigo porque saben que lo quiero más de lo que puedo querer a mis letras o a la luna, porque saben que me miento a mi misma para fingir estar bien pero saben que no lo logro.

Todos los días camino vagamente por algún lugar intentando huir de sus recuerdos pero mientras más huyo más lo encuentro en las mínimas cosas.

Me he resistido a escribirle para decirle cuanto lo quiero y cuanta falta me hace por lo que escribo en cada hoja que encuentro, hojas que amas leerá no creo ser capaz después de haberlo lastimado con mis absurdas palabras, no creo que sea justo que mi presencia irrumpa en su perfecta vida.

Mientras tanto seguire pensando que "Los dias sin él son como los dias sin sol, son dias en los que puedes sonreir pero no esta suficientemente calido el corazón."( Capitulo Ciento Cuarenta y Dos; De pronto)

Einor