sábado, 21 de diciembre de 2013

Capitulo Ciento Cuarenta y Ocho


 Tragicomedia


Nadie pierde nada, ni nadie gana nada, ni el querer se mide, ni se pierde solo se transforma porque continuaremos amando a otras personas con mayor o menor intensidad.

Desde hoy iremos por rumbos diferentes encontraremos  nuevos lugares en donde nos quedaremos y en donde no, reiremos, lloraremos y haremos lo que siempre hacemos pero a una distancia prudente.

De solo pensar en los recuerdos que tengo y en los que no, las lágrimas quieren hacerse presentes en esta noche sin luna, sin estrellas pero yo prefiero ocultar lo tenue que puedo ser.

Pero todo hoy en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en anacrónico, en una quimera y en algo que no volverá.

Lo más triste es no sentir tristeza sino enojo, furor, ira hacia mi misma, hacia mi necedad, hacia las mentiras que las personas me dicen, hacia mi estúpida ceguera y sordera que no me dejo ver ni escuchar lo que la gente me decía, que no me permitio admitir lo que mis propios ojos veían y se que aunque retroceda el tiempo haría lo mismo y hoy en día no importa como, esos sentimientos seguirían lastimando a mi corazón.

Quisiera borrar todo lo que escribí, todo lo que dije, quisiera suprimir esos momentos y cambiarlos por otros pero se que mañana cambiare de parecer se que mañana no querré que el cielo sea gris como el de hoy.

Tantas noches de insomnio, tantas noches de desvelo pero no esta noche es diferente esta noche la neblina invade mi corazón por las tantas cosas que he dicho y por las tantas que no.

Como hacer para que las lágrimas que quieren salir no salgan, aunque intente ser fuerte me destruyo por dentro y empiezo a sentir que se forman llagas que tal vez no muy pronto pero cicatrizaran.

La vida es así, las personas no eligen a quien amar y a quien no, la vida es impredecible y cuando ya tienes las respuestas te cambia las preguntas.

Quisiera que esto sea lo último que escriba de esta historia pero no puedo asegurar nada. Esta historia que empezó el día menos pensado luego termino fugazmente y luego tuvo una serie de pausas y unos puntos suspensivos que nos llevaron hasta hoy por lo menos a mi,  esta historia que ha sido una serie de actos felices, dramáticos y comedia pero que como todas las historias tenia que terminar algún día y termina porque sé que él no me quiere no de la forma que él quisiera y a pesar de que me diga que soy la única, sé que hay alguien más en su corazón, lo veo en su mirada y tambien sé que el merece ser feliz se que no merece que lo confunda con mis escritos porque después de todo yo lo quiero y siempre lo querré en mi vida y en mi corazón es solo que con el pasar de días su jerarquía en la pirámide de mi corazón cambiara pero siempre sera mi persona especial la persona que me enseño grandes cosas que no olvidare y que sus abrazos siempre los sentiré.

Desde hoy  intentare no escribirle a alguien que no me quiera leer, intentare controlar mis impulsos de decir cuanto lo quise o cuanto lo pensé y soné, intentare reprimir mis sentimientos y la entelequia de mis pensamientos.

Quiero gritar, quiero ser libre. quiero llorar y quiero abrazar a alguien lo más fuerte que pueda para ver si así se lleva un poco de mi dolor, dolor que yo misma me provoque con mi necedad.

Hoy lo único que quiero es que cada uno tenga una sonrisa sin importar el camino por el que decidamos ir.

-Einor


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